El CPL, o Coste Por Lead, se refiere al monto que un anunciante paga por cada lead o prospecto generado a través de una campaña publicitaria.
Un «lead» es un usuario que ha mostrado interés en un producto o servicio, generalmente proporcionando información de contacto o cumpliendo una acción específica.
Este modelo es especialmente valioso para las empresas que tienen un proceso de venta más largo o complejo, donde el objetivo inicial es capturar información del cliente potencial para luego nutrirlo y guiarlo hacia la conversión.