Una «ciudad inteligente y sostenible» es aquella que utiliza la tecnología y la innovación como herramientas para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, gestionar eficientemente sus recursos y responder de manera adaptativa a los desafíos urbanos, todo ello en armonía con el medio ambiente y con una visión a largo plazo en mente. La convergencia de la inteligencia tecnológica con la sostenibilidad es esencial para crear entornos urbanos que no solo sean eficientes y conectados, sino también resilientes, inclusivos y respetuosos con el entorno natural.
El componente «inteligente» se refiere al uso de tecnologías avanzadas, como el Internet de las Cosas (IoT), Sistemas de Información Geográfica (GIS), análisis de datos masivos (Big Data) y plataformas de conectividad, para recopilar, analizar y utilizar información en tiempo real. Estas tecnologías permiten a la ciudad adaptarse rápidamente a las necesidades cambiantes, prever problemas y tomar decisiones basadas en datos. Por ejemplo, a través de sensores y análisis en tiempo real, una ciudad inteligente puede gestionar el flujo de tráfico, optimizar la distribución de energía y mejorar la respuesta a emergencias.
El componente «sostenible» hace hincapié en la necesidad de que las ciudades adopten prácticas y políticas que reduzcan su impacto ambiental, promuevan la equidad social y fomenten una economía resiliente. Esto implica, entre otras cosas, promover la eficiencia energética, utilizar fuentes de energía renovable, gestionar los recursos naturales de manera responsable, promover la movilidad verde y garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a servicios básicos y oportunidades. Una ciudad sostenible busca un equilibrio entre las necesidades actuales y futuras, garantizando que las generaciones futuras tengan las mismas, si no mejores, oportunidades y calidad de vida.
El Grupo Temático sobre Ciudades Inteligentes y Sostenibles, en las reuniones celebradas el 5-6 marzo 2014 en Ginebra, se acordó la siguiente definición:
“Una ciudad inteligente y sostenible (SSC) es una ciudad innovadora que utiliza las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) y otros medios para mejorar la calidad de vida, la eficiencia de la operación y los servicios urbanos, y la competitividad, garantizando al mismo tiempo la satisfacción de las necesidades de generaciones presentes y futuras con respecto a los aspectos económicos, sociales y ambientales «.