La toma de decisiones es una competencia crítica en cualquier organización. Requiere evaluar una serie de opciones y seleccionar la que mejor alinee con los objetivos y la estrategia de la empresa. Esta decisión no siempre se basa en datos cuantitativos; a menudo, factores cualitativos, valores organizativos y juicio experto juegan roles esenciales.
En el ámbito empresarial, las decisiones van desde estratégicas (por ejemplo, entrar en un nuevo mercado, fusionar con otra compañía) hasta operativas (por ejemplo, seleccionar un proveedor, lanzar una campaña de marketing). La toma de decisiones efectiva en el mundo corporativo a menudo implica equilibrar riesgos y recompensas, considerar el corto y largo plazo y, lo más importante, estar dispuesto a adaptarse y cambiar de rumbo si una decisión no produce los resultados deseados.
