Blockchain es una tecnología de contabilidad distribuida que permite la creación de un registro digital descentralizado, seguro e inmutable de transacciones y datos. Cada bloque en la cadena contiene una lista de transacciones y está vinculado criptográficamente al bloque anterior, formando una cadena continua de bloques que se actualiza de manera consensuada entre múltiples nodos de la red.
Aplicaciones en Smart Cities: En el contexto de las ciudades inteligentes (smart cities), el blockchain puede ser utilizado para:
- Gestión de Datos: Garantizar la integridad y transparencia de los datos recopilados por sensores y sistemas IoT en la ciudad.
- Transparencia y Seguridad: Mejorar la transparencia y seguridad en procesos gubernamentales, como la votación electrónica y la administración de identidades digitales.
- Energía y Recursos: Facilitar el comercio de energía entre ciudadanos a través de microrredes energéticas, donde los residentes pueden vender el exceso de energía solar directamente a sus vecinos.
- Movilidad y Transporte: Gestionar y verificar transacciones relacionadas con el transporte, como pagos por el uso de vehículos compartidos o sistemas de peaje.
- Economía Circular: Implementar sistemas de gestión de residuos y reciclaje más eficientes y transparentes.
Relación con Smart Contracts: Los contratos inteligentes (smart contracts) son programas informáticos que se ejecutan automáticamente cuando se cumplen ciertas condiciones predefinidas. Estos contratos se almacenan y ejecutan en una blockchain, lo que asegura su inmutabilidad y ejecución transparente. En el contexto de smart cities, los smart contracts pueden:
- Automatizar Procesos: Facilitar la automatización de procesos administrativos y comerciales sin intermediarios, reduciendo costos y tiempos.
- Fomentar la Transparencia: Asegurar que las transacciones y acuerdos entre ciudadanos, empresas y el gobierno se realicen de manera transparente y confiable.
- Mejorar la Eficiencia: Optimizar la gestión de servicios públicos, como la distribución de agua y electricidad, mediante la automatización de contratos basados en el consumo real.