La interoperabilidad es la capacidad de diferentes sistemas, aplicaciones, dispositivos y protocolos para compartir información y colaborar entre sí. Esta capacidad es esencial para el funcionamiento eficaz de las ciudades inteligentes, ya que permite que los sistemas urbanos se conecten y trabajen juntos para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
En una ciudad inteligente, la infraestructura tecnológica está compuesta por una amplia gama de sistemas, desde los sistemas de transporte y energía hasta los sistemas de seguridad y salud pública. Todos estos sistemas deben poder compartir información entre sí para que los responsables de la toma de decisiones puedan tomar decisiones informadas y los ciudadanos puedan disfrutar de servicios personalizados y adaptados a sus necesidades.
La interoperabilidad se puede lograr a través de una variedad de métodos, como la estandarización de protocolos de comunicación, la creación de interfaces comunes y la implementación de tecnologías de middleware. La promoción de la interoperabilidad es un esfuerzo continuo, ya que los sistemas tecnológicos evolucionan constantemente.