Skip to main content

La capacidad de anticipar y adaptarse a los cambios no solo supone una ventaja frente a la competencia, sino que supone una necesidad para garantizar una evolución sostenible a largo plazo. Existen eventos imposibles de ignorar, como las megatendencias, y otros más difíciles de predecir por su baja probabilidad o naturaleza variable, por lo que su identificación y comprensión se vuelve cada vez más importante.

En la práctica de la prospectiva estratégica y generación de posibles escenarios futuros, estos eventos se definen como wildcards, que nosotros hemos bautizados como comodines del futuro. Se trata de eventos que, aun teniendo una escasa probabilidad de ocurrencia, tienen un impacto significativo y pueden alterar drásticamente el panorama empresarial y la sociedad en general. El análisis de las wildcards consiste en identificar estos acontecimientos y evaluar sus posibles consecuencias.

Características clave de los comodines del futuro

Las wildcards pueden surgir de una pluralidad de variables interconectadas y constituir puntos de inflexión en la evolución de una tendencia o sistema. Su naturaleza puede ser física, en el caso de desastres naturales o pandemias, o social, como revoluciones políticas o avances tecnológicos disruptivos. Ejemplos clásicos de wildcards son las pandemias y las crisis financieras, ya que son amenazas conocidas y potencialmente inminentes. Aunque no sepamos cuándo se producirán, sabemos que sus implicaciones son masivas e impredecibles. Ejemplos de wildcards incluyen desastres como el accidente nuclear de Chernobyl, los ataques terroristas del 9/11, la crisis financiera de 2008 y la pandemia de Covid-19.  

Estos eventos tienen un impacto directo en la condición humana, con amplias y a veces fundamentales implicaciones. Los efectos de un comodín del futuro no tienen por qué ser inmediatos; pueden ser graduales, pero con consecuencias irreversibles. Generalmente, estos eventos no suelen mostrar efectos evidentes hasta que se alcanza un umbral determinado, lo que los hace aún más impredecibles. A menudo, el acontecimiento que se identifica como una wildcard es simplemente la gota que colma el vaso, es el resultado de ciertas tensiones que se han ido acumulando a lo largo del tiempo. Por ejemplo, el cambio climático inducido por las crecientes emisiones de dióxido de carbono es un comodín del futuro que surge lentamente, pero con consecuencias devastadoras a largo plazo. 

Tipos de comodines

Dentro de la práctica de prospectiva estratégica, se han identificado diferentes tipos de wildcards del futuro, cada uno con sus propias características distintivas: 

  • Cisne Negro (Black Swan): Este término fue popularizado por Nassim Nicholas Taleb en su libro de 2001 Fooled By Randomness y posteriormente ampliado en su libro de 2007 The Black Swan. Se refiere a eventos altamente improbables e imprevistos que tienen un impacto masivo. Ejemplos incluyen la pandemia de Covid-19 y la caída del Muro de Berlín. 
  • Elefante Negro (Black Elephant): Se refiere a eventos que son altamente probables pero que la sociedad rechaza y elige considerar como improbables hasta que ocurren, a pesar de sus claras señales de advertencia. Un ejemplo podría ser el cambio climático y sus consecuencias. 
  • Medusa Negra (Black Jellyfish): Representa riesgos conocidos y normales que escalan fuera de control debido a la retroalimentación positiva. Un ejemplo podría ser el colapso repentino de una importante institución financiera. 
  • Leopardo Blanco” (White Leopard): Este término hace referencia a riesgos ocultos o camuflados que pueden tener grandes impactos. La ciberseguridad podría representar una amenaza que a menudo pasa desapercibida hasta que causa un daño significativo. Otro ejemplo de white leopard podrían ser los actos de terrorismo. 
  • Rinoceronte Gris (Grey Rhino): Este término se refiere a eventos obvios que están siendo ignorados. Ejemplos serían la creciente deuda pública que amenaza la estabilidad económica de muchos países, o la desigualdad económica entre ricos y pobres que genera tensiones sociales y políticas. 

Otros ejemplos de posibles escenarios futuros que se considerarían como wildcards serían un gran avance en la energía de fusión, una hiperinflación mundial o una evolución drástica de la IA sobrehumana.

Gestionando los comodines de futuro

Una gestión efectiva de los comodines del futuro requiere adoptar un enfoque proactivo, flexible y, sobre todo, anticipador. Estos eventos impredecibles y potencialmente dañinos pueden surgir en cualquier momento; por lo tanto, quedarse a la espera de más información o de consecuencias evidentes en nuestro entorno para finalmente reaccionar puede ser tan costoso como tomar una decisión equivocada en respuesta a un evento peligroso. 

La falta de una estrategia de futuro que abarque los posibles escenarios pueden resultar en una mayor probabilidad de tomar una acción incorrecta o incluso de no tomar ninguna acción en absoluto. Bajo presión, una respuesta equivocada puede aumentar aún más los daños causados por las wildcards originales. Las empresas pueden utilizar los escenarios ofrecidos por las potenciales wildcards para comprobar la solidez de sus estrategias, de forma que puedan aplicar medidas correctivas. 

Del mismo modo, si una empresa no logra adaptarse rápidamente y de manera efectiva a los comodines del futuro, corre el riesgo de enfrentar una serie de problemas a largo plazo que requieren un mayor compromiso y esfuerzo comparado con medidas de prevención y de anticipación a corto plazo. Por lo tanto, es necesario llevar a cabo acciones y estrategias complementarias, así como planes de contingencia flexibles y exhaustivos para abordar tanto los desafíos actuales como la incertidumbre futura. 

Identificar los comodines de futuro

El libro de Benjamin Gilad “Business Blindspots” desarrolla un modelo de tres pasos para identificar los puntos ciegos de una organización.  

  1. Empezando por la teoría de las cinco fuerzas de Michael Porter, las empresas deberían realizar un análisis de la estructura industrial, partiendo de datos históricos y actuales, y ampliando este análisis previo con la identificación de posibles tendencias que puedan afectar profundamente al equilibrio entre las cinco fuerzas. 
  2. El segundo paso amplía la visión de la empresa a una perspectiva externa, recopilando información competitiva a partir de las suposiciones de los altos directivos de la empresa sobre la estructura industrial. En esta etapa se deberían considerar fuentes disponibles como entrevistas, conferencias e informes anuales.
  3. Por último, se compararán los resultados de la segunda etapa con el análisis de la primera. Si se detectara alguna contradicción entre ambos, esto sería un posible punto ciego. 

En un período de cambio exponencial y presupuestos de tiempo ajustados, con una situación geopolítica volátil y rápidos avances tecnológicos, disciplinas como la prospectiva futura se vuelven cada vez más relevantes.  

En este contexto, el análisis de los comodines es necesario para el desarrollo de posibles escenarios futuros y planes de contingencias adecuados. Una gestión exhaustiva de las wildcards busca optimizar la gestión de recursos y el desarrollo de estrategias para la supervivencia y el éxito a largo plazo de las empresas.  

Comprender la naturaleza de estos eventos y cómo se relacionan con otras metodologías de prospectiva futura, aumentará la posibilidad de evitar o mitigar algunos de los eventos negativos más significativos.

Referencias:

  • Copenhagen Institute of Future Studies – Using the future 
  • Nassim Nicholas TalebFooled By Randomness y The Black Swan. 
  • Benjamin Gilad – Business Blindspots.